jueves, 2 de junio de 2016

ETICA Y EMPRESA 




Cómo partícipes de la sociedad argentina - ante el cansancio moral que nos invade - la pregunta que cada vez con más frecuencia nos hacemos, es: ¿Será nuestro país – alguna vez y dentro de los límites de vida que nos queda – un lugar donde valga la pena vivir? El individualismo y el egoísmo reinan en nuestra sociedad en decadencia, donde triunfa la inmoralidad, el negociado y el delito y en la que resulta notorio el debilitamiento de los valores fundamentales como la honestidad, la equidad y la justicia. La corrupción y el fraude están instalados en el ser humano y muchos de quienes se lamentan de ello, son frecuentemente actores de la delincuencia de “guante blanco” o los que cometen actos delictivos sin reconocerlo, como el fraude fiscal, la desobediencia a las normas de tránsito, etc. etc. etc. Haber perdido la dimensión de la ética nos ha condenado a convivir con la angustia y con la urgencia


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